Casa ubicada en Ajijic, las faldas del cerro de San Juan Cosalá, frente a la Laguna de Chapala. El concepto es crear una atmósfera ideal para el descanso con las amenidades propias que ofrece el sitio; el clima, el agua, la vegetación, las vistas y el ritmo de vida relajado que redundan en apacible calidad de vida.
El esquema es cerrado, casi ciego, hacia el interior del fraccionamiento y abierto, casi indiscreto, hacia las áreas verdes y la vista de la Laguna. Los muros, casi ciegos, en la fachada norte, la protegen de las vistas desde el interior del fraccionamiento y la celosía de la escalera, con calculada discreción, permite las vistas hacia el cerro de San Juan Cosalá. La fachada sur, en cambio, se descubre bruscamente para buscar las escasas vistas sobre las casas escalonadas que la anteceden en el frente de la laguna y para lograr una estrecha convivencia con las áreas verdes que circundan la construcción. Los muros toman el color rosado, carácterístico de los atardeceres en Chapala, tanto en el exterior como en el interior; de esta manera el arte y la ornamentación, son prescindibles, creando así una atmósfera surrealista que inunda la vida cotidiana de sus habitantes.
